Todo
aquel lugar o momento en el que se propicien situaciones o condiciones que
favorezcan el proceso de aprendizaje, se convierte en un ambiente de
aprendizaje, es decir, que no solo el salón de clases es un buen lugar para
aprender, también lo es la casa, biblioteca, museos y hasta en la comunidad en
donde se vive, como nuestras compañeras nos lo dijeron en su exposición.
Por lo tanto, no es indispensable que
exista un instructor para que el aprendizaje se dé (he ahí el caso de la
comunidad) si no que puede ser un proceso auto-dirigido, el cual puede ser de
manera personal o grupal.
En este espacio deben generarse óptimas condiciones
que ayuden a que los alumnos puedan aprender y recibir el contenido de la mejor
manera. Pero no solo el aprendizaje es importante, también es la estrategia de
enseñanza que se usa para adquirirlo: podemos tener el mejor lugar, pero sin la
estrategia adecuada, no lograremos nada.
Es por eso de suma importancia que el rol
que el profesor y el alumno desempeñen este bien definido, ya que ambos forman
parte fundamental del aprendizaje.
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